Filibusteros, kodaks y Feldman.


Publicado por Arturo Guevara Escobar

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Charles H. Harris III y Louis R. Sadler, en el 2009, sacaron a la luz los resultados de sus investigaciones sobre espionaje, intrigas, y contrabando alrededor de la ciudad de El Paso durante la Revolución Mexicana, titulado “The Secret war in El Paso, mexican revolutionary intrigue, 1906-1920”. En sus reveladoras 488 páginas, aparece repetidas veces el nombre de Fred J. Feldman, para quienes hayan leído sobre la toma de Ciudad Juárez en 1911 por los maderistas, o se hayan interesado por la historia de la fotografía durante la Revolución Mexicana, reconocerán el nombre del fotógrafo norteamericano. Lo curioso de las investigaciones de Harris y Sadler es que no relacionan al Fred J. Feldman de su recuento y el Fred J. Feldman fotógrafo.

La primera aparición de Feldman en este nuevo contexto es en 1914, en el capítulo 11, “Villa versus Carranza”, página 183. Harris y Sadler nos dicen; tras el rompimiento de Villa y Carranza, la frontera se convierte en un hervidero de intrigas y maquinaciones, uno de los personajes que se aprovecharían del momento sería Victor L. Ochoa, reclutador en jefe de los carrancistas en El Paso, Texas. Mientras Ochoa aseguraba haber reclutado entre 300 y 400 hombres con este fin, en realidad las intenciones eran de agrupar un puñado de hombres para robar caballos en Texas y cruzarlos a México, ofreciendo cinco dólares por cabeza cruzada. Ochoa se había destacado entre otras cosas por su participación en contratar personal capacitado en el manejo de ametralladoras; algunos de estos personajes lo rondaban, y las autoridades norteamericanas tomaron nota de los hechos, R. H. G. “Mac” McDonald, William “Red” Stratton, y Fred Mendenhall. Los rumores de una expedición filibustera organizada por Ochoa y José Orozco, llevaron a la detención de sospechosos, el 24 de octubre se detiene a Ochoa, quedando en libertad bajo fianza poco después. Al momento de su detención también se hizo la de José Orozco, comandante de la expedición planeada para actuar desde Columbus, Nuevo México, secreto a voces en el lugar dada la sobrepoblación de fuereños. Al mismo tiempo se localizó en Columbus un furgón cargado de municiones; 111 cajas de munición, 19 cajas de armas pequeñas, e implementos como sillas de montar, cantimploras, cuerdas, mantas, etc., que Ochoa había comprado en F. J. Feldman and Company (308 San Antonio street), El Paso. El furgón y su carga fueron retenidos por el ejército, mientras la autoridades decidían su destino, la firma de abogados Lessing and Bowes, con sus oficinas en el edificio Caples (junto al negocio de Feldman) estaba ansiosa por resolver el caso recuperando la mercancía. Gunther R. Lessing, principal socio de la firma, había sido el abogado de Madero en 1911, y lo era de Villa en ese momento. Finalmente el cargamento fue liberado y entregado en Douglas el primero de noviembre al general Benjamín Hill. La ironía del asunto, según confesó posteriormente Ochoa, era que la mercancía había sido pagada por el cónsul carrancista, con la intención de introducirla ilegalmente a México, al que se pretendía defraudar al contrabandear los artículos a una facción opositora.

Segunda aparición, página 187. Posteriormente Sam Dreben, que se había involucrado en el tráfico de armas, demandó a Leonardo Camou, agente de compras del gobernador de Sonora, José María Maytorena, cuñado de Camou, reclamando una comisión de $ 1,140 dólares por la consignación de 557 rifles comprados a Fred J. Feldman. El pleito consistía en el sobreprecio, cada rifle se había comprado por $ 12 dólares y se cobró a la tesorería del estado de Sonora $ 15.50, no se habían puesto de acuerdo en cómo dividir la ganancia. Habría que aclarar que las armas llegaron a México mediante contrabando.

Tercena aparición, capítulo 18, “World War, 1918” página 324. En un reporte del agente Jones de junio de 1918, se menciona al abogado Harry Miller telegrafiando a su socio Volney, el seis de junio: “Tell Gauldin to disregard telegraphic request of 5 th, and if Money sent have it recalled; am en route New York arrange some means carrying out matters as arranged prior to my leaving, wich were modified as stated in your letter. This imperative”. Miller se refería a un préstamo por $ 700 dólares, solicitado en el Border Natinal Bank en El Paso, del cual era garante Fred J. Feldman. En ese momento tanto Feldman como Miller eran investigados como sospechoso de contrabando de municiones a los villistas.

Cuarta aparición, página 334. Jesse L. Mayer, por mucho tiempo había sido un dependiente del departamento de caballeros de la Popular Dry Goods Company, al mismo tiempo que se convirtió en la cabeza de una banda de contrabandistas carrancistas en Ciudad Juárez. Adolph Schwartz, dueño de la empresa, trató de mantener su integridad moral aduciendo que Mayer, actuaba por su cuenta, que inclusive advirtiendo a Mayer de lo erróneo de ese camino trató de disuadirlo. Por lo tanto Mayer recurrió a Feldman para comparar nueve cajas de municiones .30-.30, sin embargo Feldman no contaba con el permiso del District Intellingence Office para hacer ventas a Mayer. En consecuencia a Feldman se le negaron los permisos para vender municiones, Feldman por medio de su abogado trató de revertir la sentencia, durante el proceso el gerente de F. J. Feldman and Co., confesó que la empresa se dedicaba al contrabando desde el otoño de 1917.
Popular Dry Goods Co.
El Paso, Texas. Postal 1917.

Quinta aparición, capítulo 21, “The new strongman”, página 367. Aquí sí se hace una referencia directa al fotógrafo Feldman. Uno de sus empleados en el estudio fotográfico, fotógrafo por un tiempo, Juan Vargas, y Todd McClammy aparecen en abril de 1919 como representantes de Villa ante la compañía Alvarado Mining and Milling Co., de Parral, Chihuahua. Villa supuestamente se había apropiado de cierta cantidad de lingotes de plata pertenecientes a esta compañía, Vargas se presentó como agente confidencial de Villa para negocias el retorno de la plata. Como prueba de ello, Vargas mostraba una fotografía realizada en San Andrés, Chihuahua, donde aparecía él amigablemente sentado junto a Villa, y McClammy contrabandista de armas para Villa, presentó una carta dirigida a A. J. McQuatters, presidente y administrador general de la minera. El arreglo implicaba la entrega de $ 4,500 dólares a los representantes como anticipo, y una vez entregada la plata en Parral, se pagaría el rescate solicitado por Villa. El anticipo se entregó y todo resultó ser un fraude, Vargas había falsificado la fotografía, pero también demostró ser muy hábil en la falsificación de documentos y de la firma de Villa, la carta portada por McClammy también era falsa. El dinero quedó en manos de Vargas quien huyó, posteriormente McClammy lo localiza y le roba el dinero.

Nota externa al texto del libro, El Paso Herald, 22 y 27 enero de 1915.  Se informa que un individuo de nombre J. G. Adams era arrestado en El Paso por detectives después de haber comprado una gran cantidad de municiones en F. J. Feldman Co., presentando ocho mil pesos villistas como pago, los cuales resultaron ser falsos. Ya en la jefatura de policía, Adams negó conocer que se trataba de dinero falso, asegurando que el dinero se lo había dado un mexicano para comprar la munición.

Dice el refrán: “quien con lobos anda, aullar se enseña”, y Fred J. Feldman no andaba con buenas compañías. Harris y Sadler hace un recuento de casos e individuos documentados, por supuesto individuos y actividades que buscaban pasar desapercibidas, además de seleccionar casos ejemplares, y de interés para un discurso histórico, por lo tanto podemos asumir que las actividades de Feldman dentro de su propia micro historia fueron mucho más amplias. Reuniendo las evidencias al rededor de Feldman, no solo se remontan sus actividades en relación al contrabando de armas a 1917, como lo atestiguó su gerente, sino desde 1914, al ser sujeto de investigación por parte de las autoridades norteamericanas y alegrarse estas de poner fin a sus sucios negocios, podríamos decir que se encontraba en el “top ten” de los contrabandistas de armas.

¿Su ingreso en el mundo de los contrabandistas de armas durante la Revolución Mexicana, fue en un afán económico, del cual muchos se aprovecharon tanto en El Paso como en Ciudad Juárez; o que connotados revolucionarios hayan sido sus clientes en su estudio fotográfico no fue simple coincidencia…aparte de una buena fotografía buscaban algo más?

Esta es una pregunta que necesitará una respuesta en otro momento, sí es que se llega a recabar información para aclararla.


En 1916 Samuel Walter Stout se hace cargo del estudio fotográfico de Feldman, precisamente en el momento de mayor involucramiento de la empresa en el contrabando de armas. Fred J. Feldman and Co., incluía el estudio fotográfico, una tienda con un departamento de artículos deportivos, distribuidor de Kodak,  artículos para ingenieros y arquitectos, venta de fonógrafos, y armas.  En 1924 Stout adquiere el estudio renombrándolo como "Stout-Feldman Studio", estando en activo hasta los años 1930.