Archive for agosto 2010

Almacén de huevos.


Publicado por Arturo Guevara Escobar en

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Me encontré esta fotografía de la ocupación norteamericana de Veracruz en 1914, muy adecuada a nuestro último tema, la maestría al realizar una imagen, y la coincidencia.


Para el mexicano el doble sentido en las palabras es algo normal, inclusive todo un arte, el albur, los piropos, juegos de palabras, adivinanzas, las connotaciones sexuales se introducen en todas partes; puede ser pura coincidencia…

El almacén de huevos ya estaba ahí, cualquiera tomando el escenario se hubiera topado con el letrero, pero al mismo tiempo se podía evitar; del lado izquierdo trepado en una plataforma hay un fotógrafo, en su toma no aparecerá el letrero.

Par un mexicano ver la imagen con el letrero “Almacén de huevos” es un mensaje claro, y los uniformes blancos dominan...

Fotografía de autor anónimo. Por la numeración y tipografía se podría tratar de la autoría de Hadsell, y de ser así no habría tanta coincidencia más bien intención.

Maestría.


Publicado por Arturo Guevara Escobar

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En nuestras pasadas entregas hemos tratado dos temas con insistencia, la fotografía de Emiliano Zapata en el hotel Moctezuma, y las fotografías de Hugo Brehme durante la revolución mexicana, ambos relacionados íntimamente.

No hay una explicación clara de porqué en un momento se acreditó la fotografía de Zapata a Brehme, pareciendo ser una decisión arbitraria, para luego retirarla de su catálogo de una manera no del todo contundente.

Dentro del corpus acreditado a Brehme, existen otras fotografías de Zapata, o relacionadas con su presencia realizadas en el hotel Moctezuma, y muy probablemente todas pertenecientes a igual momento histórico...

La fotografía de Zapata en el hotel Moctezuma, no es una simple imagen, y en la declaración no tomo en cuenta el valor iconográfico que ostenta en la actualidad. En relación al gran conjunto de imágenes creadas durante la Revolución Mexicana, está es dotada de una particularidad poco común. Es creada como una pintura, es creada conceptual y artísticamente, no es dejada al azar; no es una instantánea.

La sutileza de sus elementos, la gracia de su composición, y lo profundo de su significado, así sea el actual o el del momento de su creación, la llevan al grado de “obra maestra”, a una “obra de arte”.

Existe el burro que toco la flauta…y en campos como la música contemporánea vemos la existencia de artistas de un solo éxito…

En mí particular punto de vista, no es el caso, el fotógrafo desconocido del cual solo tenemos una obra deberíamos descartarlo, se necesita de un creador dotado técnica e intelectualmente. Es demasiado complejo para simplemente ser azar. Hace poco analizamos una fotografía atribuida a Brehme tomada en el puerto de Veracruz con un grado de complejidad similar, una puesta en escena aparentemente fortuita es reinterpretada inconscientemente, gracias al bagaje cultural en unos cuantos segundos y compuesta artísticamente para capturarla, es un ojo entrenado, de cazador visual, y un espíritu sensible. Eso, aun con dotes innatas, solo se logra con el accionar diario de la experiencia, lo que llamamos “maestría”.

Veamos otro caso:


De entrada parece una imagen obscura y confusa en su contenido, no impacta de golpe como podría ser un paisaje o un retrato, esta abigarrada de elemento y es precisamente eso su punto interesante; formato postal.

¿De qué se trata, dónde, cuándo, y por qué?

Parece un laboratorio fotográfico, hay cámaras, trípodes, chasises, marcos, fotografías, químicos, etc., y dos personajes involucrados en su trabajo; uno observa un negativo apoyándose en la luz reflejada por un espejo, el otro está llenando lo que parece un talonario.

¿De quién es el laboratorio?

La imagen a primera vista puede ser engañosa, y solo el análisis reflexivo puede darnos un acercamiento a la verdad. En la pared del lado izquierdo se ve un recuadro obscuro, con la manipulación digital y trabajando con una copia de muy buena resolución se recupera parte de su contenido: “Hotel Español”…


Entonces no se trata de un laboratorio, no en el estricto sentido, es un laboratorio ambulante instalado en el cuarto de un hotel, de nuevo preguntamos dónde. Tómenos otra pista, entre las cosas agrupadas en el parte inferior izquierda reconocemos con claridad un retrato de Venustiano Carranza; a través de una puerta podemos atisbar otra habitación, dándonos la cara una silla sobre ella un retrato de Álvaro Obregón. En noviembre de 1914 Carranza mantiene una conferencia en el Hotel Francés de Orizaba, con los comisionados de la Convención entre ellos Obregón; en Orizaba también había un Hotel Español…se puede tratar de circunstancias contemporáneas.

Hay una sección de la imagen cargada simbólicamente de una forma muy particular, Tres recuadros formando un triángulo, su base apoyada hacia la horizontal. El cuadro inferior izquierdo es el retrato de Carranza, montado en un marco lizo de color obscuro. El cuadro inferior derecho es un marco vacio, probablemente dorado, a través de él vemos dos chasises para negativos 8x10. El tercer cuadro en la cúspide es un retrato de Obregón, sin enmarcar parcialmente ondulado entre unos rollos de papel, o quizás otras impresiones.

Puede ser una composición fortuita, pueden estar de manera intencional, pero de una u otra forma aglutinan el corazón de toda la imagen, es el triángulo compositivo el elemento central, por eso se toma la fotografía. El defensor del Diablo puede argüir, tan solo se probaba el flash…

Con la información a nuestro alcance en el 2010, podemos interpretar de una forma dada el conjunto visual, en 1914 qué se pretendía. El marco dorado está bacante, representa a caso la presidencia… Obregón en la penumbra pero bien colocado en la silla…Carranza enmarcado de negro…es una premonición…


Podemos encontrar muchos más elementos y relacionarlos unos con otros, en la izquierda hay una mesita con frascos de químicos y una fotografía con gimnastas, o luchadores de grecorromano; el triángulo lo podemos transformar en rombo con un portafolio en el vértice inferior, las formas, su tamaño, los elementos, su posición, directrices de movimiento, áreas compositivas, tenciones espaciales, etc.

De la misma forma que un texto lo podemos interpretar, y reinterpretar de manera independiente a su creador, inclusive extrayendo información que el escritor juraría que no puso ahí, dado que en gran parte la expresión artística es dominada por el inconsciente, explayándose a sus anchas; así también una imagen, pintura, grabado, dibujo, fotografía, película o inclusive escultura, es sujeto del mismo tratamiento; no pretendemos con ello hacer filosofía de cualquier imagen, como no se puede hacerse de cualquier escrito.


En la actualidad se empieza a dar un valor de documento histórico a la fotografía, y no de mera ilustración, para transformar a la imagen en documento necesitamos hacerla hablar; por tanto su creador de simple fotógrafo se puede transformar en historiador, o intelectual. No solo es como recientemente se menciona; “el fotógrafo tomando partido”, algunos tenían la capacidad de expresarse políticamente por medio de las fotografías. Habiendo una diferencia entre un fotógrafo tomando partido por razones económicas, de amistad, o por azar al quedar atrapados en una zona de influencia, y quien de manera consiente pasaba de ser espectador á partícipe con sus propias herramientas...

El historiador Miguel Ángel Berumen en su Libro “1911, la batalla de Ciudad Juárez”, analiza una fotografía realizada frente a la casa de adobe, Madero y su gabinete provisional, la llama puesta en escena…él o los fotógrafos son simples instrumentos o tienen capacidad de determinar la acción.

Así como a un arquitecto se le comisiona una obra, dándole una lista de necesidades y materia de trabajo, como es el terreno; y él toma la decisión de cómo darle forma. Así también pudo ocurrir con la fotografía, u ocurrió. Francisco I. Madero supo distinguir las bondades publicitarias de las imágenes, y al mismo tiempo desconfiaba de los fotógrafos, que no solo veían todo…también oían; y podía interpretar una mirada, un gesto, la actitud corporal, la posición de las cosas, hasta los claros obscuros.

La intención de la reflexión es sacar a la luz otro tipo de fotógrafo, actuante, con voz, con capacidad creativa artística e intelectual. Que seguramente para sobrevivir necesitaba de un riguroso código moral, como un Psicólogo, un Abogado, o el sacerdote en confesión. Un tipo de fotógrafo que no podemos llamar “apolítico”, aunque en ocasiones podría ser un hábil analista político más que militante.

Cuántos de ellos hubieron y cuando actuaron con esas libertades, no lo sabemos, pero hay evidencia de más de uno.

No hemos mencionado el autor de la fotografía del laboratorio: Aurelio Escobar Castellanos.


Hugo Brehme, parte III. Una mañana en el puerto.


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Para continuar con el análisis iconográfico de Hugo Brehme y la intervención norteamericana en Veracruz, remitámonos a la creadora del catálogo “Hugo Brehme y la Revolución Mexicana”:

“De ese hecho destaca una imagen de gran violencia implícita en la que se observa la desolación imperante en los alrededores de la Fortaleza de San Juan de Ulúa, los buques estadounidenses fondeando aguas nacionales y, en primer plano, una bandera estadounidense izada en tierras mexicanas.” Nota originada por Notimex.

En la publicación catálogo de la exposición encontramos la imagen en la página 108, con el pie de foto: “Bandera norteamericana en San Juan de Ulúa, Veracruz, Ver., abril- noviembre de 1914”. En la exposición actualmente en el Museo Franz Mayer, se hace una amplificación del original en gran formato.

En la página 14 se relata el hecho: “También en este periodo produjo una notable imagen de violencia implícita, con la bandera norteamericana en lo alto del mástil, desde una desolada vista de san Juan de Ulúa: la inminente invasión había sido consumada.”

La misma imagen fue usada por la investigadora Mayra Mendoza, en su artículo publicado en Alquimia nº37, septiembre diciembre de 2009; “1914. De Veracruz a la Ciudad de México a través de la mirada de Hugo Brehme; y tema de la conferencia programada para el miércoles 17 de noviembre del 2010 en la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada.

Lo primero que necesitamos hacer es observar con detenimiento la imagen, a la derecha, el torreón de la fortaleza de san Juan de Ulúa; dividiendo la composición en proporción aurea en su vertical, a la izquierda el asta bandera con el lábaro norteamericano; se mira hacia el puerto es antes del medio día, la insignia yanqui se enarboló por primera vez el 27 de abril de 1914 a las 2 pm.


En esta imagen al ser escaneada del libro, sufre una distorsión por la curvatura de las hojas, por lo tanto el espacio entre el asta y el torreón no aparece cuadrado, como en realidad lo es.


En segundo plano el dique seco flotante y a la izquierda la obscura figura del crucero protegido, o en ocasiones llamado también crucero acorazado Emperador Carlos V, el mismo nombre nos indica su origen español, y se trata de una vieja unidad veterana de la guerra Hispano-norteamericana de 1898. Durante el desembarco de los días 21 y 22 de abril, fue la única unidad militar extranjera a excepción de las norteamericanas en la rada, el resto se habían retirado por seguridad, e incluso se interpuso entre los barcos agresores para detener el bombardeo, por lo mismo se corrió el rumor de su hundimiento, hecho difundido por El Imparcial; El Correo Español en los días siguientes se encargo de desmentirlo, pero algunos de sus marinos tuvieron que presenciar los tiroteos ocultos en la tienda ubicada en las calles de Arista y Landero.


Tarjeta postal, Crucero Carlos V. L. Roisin, Foto, Barcelona. 1906 ca.

Un poco más en profundidad y hacia la derecha el crucero francés Descartes, el 21 de abril se encontraba anclado en Veracruz; en La Revue maritime, editada por el Ministerio de marina francés en 1934, nos informa que en mayo de 1914 el crucero Descartes se estacionó en el puerto de Tampico, el Condé en Veracruz y el Montcalm se dedicó a recorrer el litoral mexicano. En julio participó en la cobertura militar que los franceses hicieron en Haití, para el 28 de agosto junto al Condé se sumó a la casería de buque alemán SMS Dresden, y posteriormente tuvo como base La Martinica. Durante diciembre los vapores norteamericanos San Juan, Coamo y Carolina, fueron detenidos en alta mar por el Descartes, tomando como prisioneros de guerra a cierto número de ciudadanos alemanes y austriacos, remitiéndolos a la isla de Martinica.


Tarjeta postal, editada por ELD, Francia. “Marine Nationale-“Descartes”- Ècole de Canonnage”. 1918 ca.

Retomando la imagen, en el fondo vemos tres buques mercantes junto a las grúas de carga y descarga. Al momento del desembarco, 21 de abril, los norteamericanos capturan tres buques, el Monterrey, Esperanza y Mexico; pertenecientes a la U.S. and Cuba Steamship Company of New York, los tres llevaban armas.

Las probabilidades para realizar la imagen nos llevan a la última semana de abril, o quizás los primeros de mayo.

Las costas mexicanas no solo se veían repletas de buques norteamericanos, otras naciones con la intención de proteger sus intereses mandaron unidades tanto en el Pacífico como en el Golfo, los franceses tenían los cruceros Jeanne d’Arc, Descartes, Condé; España al Emperador Carlos V; los alemanes al SMS Dresden en Tampico, Karlsruhe en Haití, Leipzig y Nürnberg en la costa mexicana del Pacífico; los británicos al HMS Hermione y Essex en el golfo y el HMS Algerine y Shearwater en el Pacífico, el HMS Lancaster estaba disponible, así como el Suffolk y Berwick desde sus bases en las Honduras Británicas (Belize) y Jamaica; los japoneses desplegaron al Izumo, Asama, y Hinzen.

Mayra Mendoza en su artículo de Alquimia nos relata cual fue su fuente de investigación, un álbum fotográfico perteneciente a la colección Teixidor, compilado por un viajero o residente alemán. En él se ilustran dos docenas de buques extranjeros: “cada una presenta una vista general del barco o crucero acompañado del nombre, para dejar constancia de los acorazados estadounidenses, alemanes y españoles que fondearon en aguas mexicanas frente al puerto jarocho. Son imágenes captadas entre marzo y noviembre de 1914…”

El aparentemente desproporcionado despliegue de la flota norteamericana, en parte cumplía con el cometido de amedrentar a México, pero sobre todo de neutralizar una posible intervención de las demás naciones con intereses en México; el llamado “incidente de Veracruz”, no solo propició la posibilidad de una guerra internacional entre México y Los Estados Unidos, también pudo iniciarse la Primera Guerra Mundial en las costas mexicanas…

Dentro del contexto histórico que da pie a la generación de la imagen, hay mucho más que decir aparte de la descripción puntual de cada uno de sus elementos; desolación…la palabra se puede interpretar de dos formas: destruir, arrasar; o causar una aflicción extrema.

El puerto de Veracruz de ninguna manera fue desolado físicamente, la destrucción fue mínima y muy localizada, para algunos mexicanos el hecho de la ocupación fue desolador, y para otros no... Expliquémonos mejor, la fotografía es un reflejo claro de la complejidad de intereses e intervenciones, involucradas en la llamada Revolución Mexicana, no se trataba de un asunto puramente interno, que aunque dirimiéndose por la fuerza de las armas fuese asunto de mexicanos. Como ha ocurrido muchas veces en la historia de México, la influencia externa determina el derrotero interno aunque no lo percibamos o no lo queramos aceptar.

El gobierno militar establecido en el puerto de Veracruz, no tenía la intención de imponer un bloqueo comercial a México, impedir la importación o exportación de cualquier mercancía, solo impedir el ingreso de armas, y más técnicamente solo las de carácter y uso militar, lo cual no llevaría a la problemática de definir cuando un arma no es de carácter militar…

El gobierno de los Estados Unidos podía encontrar los argumentos legales para prohibir a los fabricantes y comerciantes establecidos en su territorio, el comercio de armas con México, pero no tenía ninguna autoridad para ejercer una presión similar con otras naciones, por lo tanto durante su presencia en Veracruz continuaron llegando los cargamentos de armas, al grado de no haber lugar para almacenarlos. Inclusive ellos mismos propiciaron la clandestinidad, redireccionando cargamentos destinados a los constitucionalistas originariamente en Matamoros, al puerto de Veracruz, y posteriormente facilitaban su introducción.

John Mason Hart en su libro “Revolutionary Mexico: the coming and process of the Mexican Revolution”, nos relata como para el líder Constitucionalista era tan importante el desalojo del puerto, o de perdida que les dieran parte del armamento, que por cierto en ocasiones no habían pagado; The Duering Co, la más importante de las 48 compañías importadoras alemanas establecidas en Veracruz, demandaría ante el gobierno de Washington el pago de $19,751 dólares por el concepto de armamento entregado a los constitucionalistas sin pagarlo.

En vez de tener una actitud sin concesiones hacia la ocupación como debió corresponder…hacían negocios.

Inclusive los barcos militares cumplían con la misión de acareo, el crucero francés Descartes regresaría con un cargamento de 7 toneladas en armas, entre ellas 500 Mausers y 45,000 municiones. En algunos casos como con el buque Krownprincessen Cecile, se regresaron con todo su cargamento a lugar de origen, Alemania...eso se dijo oficialmente, aunque el 23 de noviembre al tomar control los constitucionalistas del puerto se encontró una carga de 6,300 kilos perteneciente al Krownprincessen Cecile.

De acuerdo a las investigaciones de John Mason, no existe un registro exacto de todos los cargamentos llegados durante el periodo, ni mucho menos su destino, pues parte desapareció misteriosamente antes de la desocupación del puerto, y se puede inferir que terminó en manos de los carranzistas antes de la retirada norteamericana.

La revolución Maderista no triunfó por la capacidad de movilización de la misma, o por lo brillante de su desarrollo militar, sino por el apoyo recibido por los Estados Unidos, y la falta del mismo para el gobierno del General Díaz, este con sagacidad supo percatarse de ello y trato de salvar el barco de la mejor manera; el levantamiento organizado por Pascual Orozco en contra del gobierno constituido de Madero es la mejor muestra de que hubiera pasado con Madero y su movimiento de no contar con el apoyo norteamericano. El derrocamiento de Madero tuvo la bendición de la embajada norteamericana, y el subsecuente gobierno fue automáticamente maldecido, para nuevamente ser la intervención del vecino del norte la que inclino la balanza por los Constitucionalistas, el destino del gobierno de la Convención lo decidió el presidente norteamericano, y no como hemos querido ver con nacionalismo ciego, las sangrientas batallas ente los diferentes bandos de la guerra civil. Álvaro Obregón por más superioridad estratégica que desplegara, no hubiera derrotado a Villa sin el ejemplar suministro de armas vía Veracruz.

John Mason ha establecido con la poca información disponible, que entre las muchas cosas “guardadas” en Veracruz, El ejército mexicano (huertista) había ordenado entre otras: ametralladoras, rifles, carabinas, escopetas, municiones, alambre de púas, cañones, camiones, carros blindados, radios de onda corta, pistolas, granadas de mano, etc, etc., y 1,250 cajas de cianuro de sodio, que al mezclarse con acido nítrico o sulfúrico, genera un gas mortal. Este gas era usado para controlar las plagas de ratas e insectos en los barcos. En agosto de 1914, con la Primera Guerra Mundial iniciada, se usan los gases tóxicos por primera vez, este gas en específico fue el usado por los Nazis en las cámaras de gas, y también lo uso Saddam Husein contra los kurdos…

La fotografía atribuida a Hugo Brehme nos ha dicho mucho, pero esa era la percepción del creador, o solo era una buena composición artística…había conciencia de lo que se estaba mirando y por ello se elije la propuesta.

A pesar que a Hugo Brehme se le ha nombrado como apolítico y neutral, en muchas de las fotografías atribuidas a él, vemos una clara inclinación, una aguda percepción de los acontecimientos sociopolíticos…independientemente de un tratamiento artístico.

¿Cómo podemos explicar esa diferencia de actitud, o de personalidad?

Parecería que en el trabajo de Brehme hay dos fotógrafos con la misma capacidad técnica, la misma sensibilidad artística, pero con una conciencia diferente…

O simple coincidencia…

Otra manera de interpretar la imagen:

San Juan de Ulúa, fortaleza española construida para defender el puerto de los ataques piratas, último baluarte de la presencia española en las tierras de la naciente nación mexicana. Dirección derecha.

Izquierda, instalaciones portuarias, recién remozadas por el gobierno porfiristas, la modernidad, el comercio internacional, y sus implicaciones; inversiones extranjeras y sus intereses particulares, doctrinas expansionistas y colonialistas aun imperantes.

Tención izquierda derecha, México entre independencia y su inserción en el contexto internacional, subordinada a las grandes potencias.

Entre el cielo y la tierra, el acuoso espacio de la incertidumbre, dominado por el acero de los buques militares extranjeros. Sus popas apuntan a la derecha…

En dirección accedente izquierda derecha (diagonal), el dique seco flotante, lugar de reparaciones, la nación mexicana necesita ir al dique, pero quien se va a encargar del mantenimiento…

En equilibrio áureo el asta bandera, dirección accedente vertical, el lábaro Norteamericano rector de todo el movimiento…