Viernes 14.


Publicado por Arturo Guevara Escobar en

Sin comentarios

.
Apenas rotas las hostilidades un grupo de soldados del 20/o Batallón de Infantería se rebela en las calles del 16 de Septiembre, matando a dos de los oficiales e hiriendo gravemente a otro que fue conducido poco después al hospital.

Al insubordinarse los soldados, arrojaron sus fusilen al suelo, y lamentándose de estar hambrientos y de no haber recibido todavía los haberes de los últimos días, se negaron a marchar a la zona de fuego. Dominados inmediatamente por los compañeros que habían permanecido fieles al gobierno, fueron llevados al Palacio Nacional, donde cuatro de ellos, considerados jefes del motín, pagaron con su sangre el delito cometido.

El 20/o Batallón desde el día 11 daba muestras de una debil moral, coheción y obediencia.

CONFERENCIAS INFRUCTUOSAS.

A medio día se pactó una pequeña tregua.

Con motivo de una reclamación presentada el día anterior por la Legación Inglesa, el Gral. Ángeles tuvo una breve entrevista con Sr. Lic. León de la Barra, de la cual resultó que el Presidente Madero, que tuvo conocimiento de lo ocurrido, comisionara al mencionado militar para que le dijera al Sr. de la Barra que fuera a Palacio.

Presidente y ex-Presidente celebraron una larga conferencia y en ella el primero autorizó al segundo para que hablara con los Sres. Generales Díaz y Mondragón sobre la, manera de resolver satisfactoriamente la grave situación en que se encontraban.

El Sr. de la Barra se dirigió entonces a la Ciudadela, acompañado de su hermano Don Luis y del Capitán Cueto, en un auto con bandera blanca. Recorriendo diversas calles, aclamado por los grupos de curiosos, se detuvo en la calle de Dinamarca y abandonando en ese lugar el auto se encaminó directamente a la Ciudadela. Allí se encontró con el Sr. Ministro de España, que estaba conferenciando con el Sr. Félix Díaz y esperó algunos momentos. Después que se despidió el Sr. Cólogan y Cólogan, el Sr. de la Barra habló como una hora con los Sres. Grales. Díaz y Mondragón, exponiéndoles las delicadas consecuencias en que se encontraba el país y el peligro de que se viera envuelto en conflictos internacionales como consecuencia de la revuelta.

Fotografía publicada por Casasola en su libro " Historia gráfica de la revolución mexicana", donde usa el siguiente pie de imagen: "El ministro de España, señor Bernardo de Cologan y Cologan, saliendo de la Ciudadela después de conferenciar con los generales Félix Díaz y Mondragón. Lo acompañan el cónsul de España, el coronel Joaquín Mass y el licenciado Fidencio Hernández."

Los jefes revolucionarios le indicaron en contestación que no podían entrar en negociaciones con el gobierno sino sobre la base de la renuncia del Sr. Madero y de todo su gabinete y que ratificaban a este respecto cuanto acababan de manifestar al Sr. Ministro de España.

El Sr. de la Barra regresó a Palacio a dar cuenta al Sr. Madero del resultado de sus gestiones.

En la conferencia que se celebró estuvieron presentes algunos miembros del Gabinete y el Sr Gustavo Madero. Dícese que hubo un momento en que el Sr. Madero, impresionado por las palabras del Sr. de la Barra, que le exponía con toda franqueza la gravedad de la situación, los males que sufría el pueblo de la Capital, orillado al hambre y a la muerte, la destrucción inevitable de las únicas fuerzas organizadas para la defensa de la Patria, estuvo a punto de ceder; pero que el Sr. Gustavo Madero intervino en ese segundo de vacilación y cambió totalmente al curso de las ideas del Presidente.

Y, alentado por las palabras de su hermano, el Sr. Madero volvió a afirmarse en su primitivo propósito de sostener hasta el fin la llamada legalidad, y manifestó que moriría en su puesto.

El fuego de las ametralladoras y los cañones vino a desvanecer las alagüeñas esperanzas que empezaba a alimentar el pueblo, y la matanza de hermanos continuó ensangrentando la calles hasta que la noche se adueñó de la Metrópoli, y los focos eléctricos comenzaron a parpadear en las sombras.

En la jornada de este día fueron casi destruidos el edificio de la Legación de Bélgica (Paseo de la reforma 90) y algunas casas inmediatas a la Glorieta Cuauhtémoc.

A medio día cayeron varias granadas en la elegante casa que el Sr. Francisco I. Madero que poseía en la calle de Berlín y la incendiaron. Debido a que había guardado allí una considerable cantidad de parque, el fuego tomó rápidamente gran incremento, y de la hermosa construcción sólo quedaron las paredes ennegrecidas. Se dice que fueron enviados oportunamente algunos rurales desarmados a combatir el incendio pero que nada pudieron hacer a causa de los pocos elementos con que contaban para ello.


Cuatro imágenes de la casa de Madero, en realidad es la casa de los padres de Francisco I. Madero, en la esquina de Berlín y Liverpool. La primera una postal anónima pero podría tratarse de la autoría de Tinoco, donde se ve el incendio del inmueble. La segunda y tercera, de autor anónimo, y publicadas durante la exposición "México en Cantabria, imágenes de un patrimonio común.", la vivienda antes y después del incendio. Finalmente una fotografía publicada por "H. J. Gutiérrez", realizada por Aurelio Escobar Castellanos, con el título: "Casa de ex-presidente Madero incendiada el 11 de Feb.-1913, Nº 36". Al final del relato haremos un cuestionamiento sobre la divergencia de estos datos y otros asuntos.

Los felicistas conservaron su posición de la garita de Belem, lo mismo que las que tenían en la Piedad.

Lo cual es un claro indicativo de como se va extendiendo la zona de control felicista.

Un repórter pasó por Dinamarca y aprovechó la ocasión para hablar con los rurales estacionados en ese lugar. Los infelices no habían comido en los días más alimento que los pocos que podía proporcionarles la caridad pública y desfallecían de hambre. Igual cosa parece que pasaba en varios otros puestos.

Rumbo a San Juan de Letrán se empeñó en las últimas horas de la tarde un combate muy reñido en que las fuerzas del gobierno tuvieron bastantes bajas.

Desde el lunes a medio día habían sido colocadas en la calle de Sn. Juan de Letrán dos cañones. El jueves en la noche fueron llevada estas piezas a los puestos del sur, donde estuvieron funcionando al iniciarse el combate en la mañana. Poco después las quitaron de ese lugar y las llevaron a la calle de Aldaco, probablemente con la intención de proteger el avance de alguna columna de infantería. Los felicitas no pudieron determinar por lo pronto la situación de las piezas y con el fin de fijarla empezaron a arrojar una lluvia de granadas entre San Felipe Neri y las Vizcaínas y hacia la parte Este de la calle de Aldaco.

Fotografía 5x7 publicada por "H. J. Gutiérrez", autor: Aurelio Escobar Castellanos, "Federales atacando Felicistas, México Feb. 14-1913." Puesto llamado "Sur", a inicios del día en San Juan de Letrán y después retirado a la calle de Aldaco.


Postal anónima, de la colección de la UACJ, "Explosión de una bomba en la Iglesia de Regina. 12." La iglesia de Regina se encuentra en la calle del mismo nombre, separada de Aldaco por dos pequeños callejones. Muestra de que los fotógrafos se encontraban trabajando bajo el bombardeo. En la esquina de Aldaco y Mesones se destruye una casa, dato registrado por un fotógrafo anónimo, imagen publicada en el Blog con enterioridad.

Algunas bombas explotaron en el aire sobre el distrito del Salto del Agua, sembrando el terror entre sus moradores muchos de los cuales salieron en ropas menores para escapar del peligro.

Otro de los combates de importancia que se registraron ese día tuvo lugar en la calle del Puente de Peredo. Parece que las fuerzas del Gobierno previeron un ataque por este rumbo, pues poco antes de amanecer, un auto con las laces apagadas se detuvo frente a los cuarteles de la gendarmería montada que existen en dicha calle, y se llevó las maquinas de escribir y los documentos de las oficinas.

Postal editada por Miret: "Fuente del Salto del Agua.

Cuando amaneció, había desaparecido los gendarmes. Los sublevados llegaron en su avance hasta el cuartel de Peredo, pero se retiraron momentos después, batidos por el fuego vivo y certero que lee hacían de las alturas de los edificios inmediatos.

Mientras estos movimientos se efectuaban en la calle del Puente de Peredo, una columna federal avanzó por el Sur de la Ciudadela y tomó posiciones a lo largo de la línea divisoria de la Colonia Roma. Los felicistas se dieron cuenta de esta maniobra y destacaron un escogido grupo de tiradores a impedirla. Unos y otros rompieron el fuego en las cercanías de la Embajada Americana y las balas comenzaron a silbar en todas direcciones. Un curioso fue muerto cerca del edificio do la Embajada.

Postal anónima, Embajada de los Estados Unidos en la esquina de las calles de Veracruz, hoy Insurgentes y Puebla.

LA CRUZ BLANCA NEUTRAL.

El Gobierno desconoció el día 14 a la Cruz Blanca Neutral.
Hablando de esto un periodista con un caracterizado miembro de la institución, le dijo el abnegado filántropo:

—Tuvimos informes exactos de que el Sr. Federico González Garza y el Jefe de redacción de "Nueva Era" usaban indebidamente los brazales do la Cruz Blanca, y con este motivo se envió una enérgica nota a ambas partes contendientes, notificándoles que no debían ninguna de ellas emplear los distintivos de la institución.

Media hora después, el Presidente de la Cruz recibía una comunicación en que el gobierno desconocía a la institución y prohibía a sus miembros que recorrieran las calles recogiendo heridos. Confirmando esta inexplicable disposición, las fuerzas del gobierno detenían en la calle un automóvil de la Cruz Blanca y llevaban a sus tripulantes al Palacio Nacional, donde el Sr. Francisco Cosío Robelo se permitió ultrajarlos brutalmente en pago de los peligros que hasta entonces habían corrido en su generosa tarea de atender a los heridos abandonados en la vía pública.

Fotografía de autor anónimo. Casasola la titula: "carros comerciales improvisados por la Cruz Roja para recoger heridos.", en "Madero Vivo" simplemente: "Vehículo comercial adoptado como ambulancia". En realidad es una vehículo de la fábrica de cigarros el Buen Tono, empresa vecina de la Ciudadela, y la bandera que ostentan es de la Cruz Blanca, aun tratándose de imágenes en blanco y negro, la Cruz Roja siempre usa el fondo blanco con la cruz en rojo (obscuro sobre claro), mientras la Blanca, cruz blanca sobre fondo rojo (claro sobre obscuro)."Un miembro de La Asociación Base Draco, agrupación mexicana dedicada a la espeleología, nos hizo notar que el actual emblema de la Cruz Blanca Neutral es fondo azul con cruz blanca."


JUNTA DE SENADORES.

Durante la noche del 14 al 15, se contaron en la filas del Gobierno muchas deserciones a causa del desaliento que infundía en algunos soldados la esterilidad de los ataques. Aprovechando los momentos de confusión se introducían a las casas y, de grado o por fuerza, obtenían ropa para cambiar el uniforme y salir a la calle. Otros se concretaban a tirar las armas y escapar a toda carrera de la zona de peligro, perdiéndose en las bocacalles cercanas.

En la misma noche un numeroso grupo de senadores celebró una junta en la casa del Sr. Don Sebastián Camacho con el fin de cambiar impresiones e intentar alguna cosa para poner término a la aflictiva situación de la Capital.
Estuvieron en ella los Sres. Lacurain, Sebastián Camacho, Jesús Flores Magón, Francisco León de La Barra, Guillermo Obregón, Gral. Luis C. Curiel, Ricardo Guzmán, Emilio Rabasa, Rafael Pimentel, Gral. Izaguirre, Tomás Macmanus, Víctor Manuel Castillo y Juan G. Fernández, quienes después de prolongada discusión acordaron nombrar una comisión para que se acercara al Ejecutivo, y nombraron para el caso a los Sres. Guillermo Obregón y Gumersindo Enríquez. Este último caballero no había concurrido a la junta y cuando se le comunicó la resolución tomada per sus compañeros, se negó a salir fuera de la casa, alegando la absoluta falta de garantías, por lo cual se citó para nueva junta en el local de la Cámara de Diputados.

PERCANCES DEL OFICIO.

El Sr. Jorge Rodríguez repórter de El Independiente, estuvo a punto de ser víctima del celo de los gobiernistas. Con permiso del Mayor Quiñones, que se hallaba con sus fuerzas en la calle Cuauhtémoc, pasó hacia al campamento del Coronel Francisco Romero, Presidente de la Cámara de Diputados, y allí fue detenido por varios soldados.

Al ser interrogado, manifestó que era repórter de El Independiente, y entonces algunos individuos que se hallaban presentes y que al parecer no tenían ningún mando, lo abrumaron a cargos.

Ese repórter —dijeron---es del periódico de Braniff, del periódico antigobiernista que iba a publicar el manifiesto de Félix Díaz. Con toda seguridad que se trata de un espía. Los soldados no necesitaron más explicaciones. Momentos después el Sr. Rodríguez estaba en medio de la calle, con dos centinelas de vista.

Se asegura que al Coronel Romero, al tener conocimiento de la detención, ordenó que se hiciera fuego sobre el detenido a la primera granada que cayera en el campamento.

Durante su permanencia allá el repórter supo que el día anterior los felicistas les habían inutilizado cuatro piezas a las tropas gobiernistas: dos en Campo Florido y dos en el Niño Perdido. Cerca de las cuatro de la tarde fue puesto en libertad.

Minutos después estalló una bomba en el campamento. Si hubiera estado en él , probablemente los soldados cumplen las órdenes del Coronel y el Sr. Rodríguez paga con la piel la buena puntería de los defensoras de la Ciudadela.


La decena Trágica en México, Datos verídicos tomados en el mismo teatro de los sucesos por un escritor metropolitano. Edición de “El Obrero”, León Gto., 1913.

------------------------------------------------


Viernes 14 de 1913, los combates se han sucedido por cinco días, nos encontramos a la mitad de la llamada Decena Trágica, y es conveniente hacer un alto para analizar ciertos aspectos, que se van haciendo patentes a lo largo del texto elegido como base; La Decena Trágica en México, Datos verídicos tomados en el mismo teatro de los sucesos por un escritor metropolitano. Edición de “El Obrero”, León Gto., 1913, y las confirmaciones o divergencias hechas por medio de fotografías, y el Archivo Histórico de la SEDANA.

A través de la historia oficial, de los últimos 95 años, se ha magnificado los desaciertos del movimiento llamado "Revolución Felicista", al grado de ponerlos al nivel de la tontería, cobardía y suprema maldad, como si se tratara de los personajes de un Comic.

La Decena Trágica, no fue el hecho de armas más grande del conflicto conocido como Revolución Mexicana, pero, por su duración lo podemos catalogar entre los primeros, entre los más complejos, por su desarrollo táctico, político, intrigas, traiciones, e intervención de Naciones extranjeras.

En el relato del día 13, nos quedamos con la duda de quién bombardeo el American Club, acto por demás provocador; la solución sencilla es decir: los Felicistas. Aunque la evidencia apunte a otro lado, entonces se diría: los traidores…

¡Oh es más complejo el asunto!

Se ha dicho que la falta de criterio de los Felicistas era la causa del bombardeo indiscriminado, en el artículo Shrapnel planteamos la idea de la ineficacia del bombardeo Federal por sus carencias en municiones adecuadas, y una intención de crear terror en vez de destrucción efectiva; pero al parecer los Felicistas tenían claros sus blancos... durante el jueves bombardean el área de la Merced, la intención destruir el depósito y molino de pólvora. Bombardean el rumbo de San Lázaro y Santa Anita, los objetivos las estaciones ferroviarias. El 14, azotan la zona del Salto del Agua, Vizcaínas y Regina, como apoyo de una ataque sobre la línea de San Juan de Letrán y Niño Perdido, tan eficientemente que la línea Federal se repliega durante los días 13 y 14 consecutivamente, perdiendo el control efectivo de dicha zona.

En la primera postal de izquierda a derecha, publicada por Miret, tenemos una escena del mercadillo de San Juan, en la calle de San Antonio, antes de la Decena Trágica, dándonos una idea de su entorno. En la central, postal anónima, con el rotulo: "calle de Chanda", el mismo escenario pero después del bombardeo del día 11. En la tercera también postal anónima, los daños incrementados después del día 12, a partir de ese momento los maderistas ya no bombardean éste punto; unos metros más al poniente se encuentra la calle de Pescaditos, máximo avance gubernamental el día 12.

La avanzada Felicista queda en poder de la garita de La Piedad y se hace con el control del tranvía a Tlalpan; alejando los puestos de artillería Sur hacia calles angostas y callejones, pérdida considerable tomando en cuenta que la artillería y tropas del frente Sur, estuvieron a punto de llegar a la Ciudadela el día 11 y 12. Tanto la columna que tomó posesión de la cárcel de Belem, como la que casi rompe la línea en San Antonio, y habían estado causando muchos daños a los Felicistas. Son los únicos que logran desmontar piezas de artillería Felicistas.

Siguiendo por la calle de San Antonio hacia el oriente, llegamos a la plaza de San Juan y el Buen Tono. En la esquina de San Antonio y Marroqui se encontraba el "Gran Cajón de Ropa Nº2". La imagen de la izquierda corresponde a un extracto del film "La Decena Trágica" de los hermanos Alva.

El día 13 los Felicistas recuperan sus posiciones en San Antonio, montando una nueva barricada para controlar la plaza, los daños en la esquina del Cajón de ropa obligan a colocar un apoyo sobre el muro, a fin de evitar su colapso. Desde éste punto se emprende el ataque hacia el cuartel de Peredo la mañana del 14; había que cruzar la plaza y avanzar una cuadra hacia el oriente. En la fotografía de Aurelio Escobar, publicada por "H. J. Gutiérrez", probablemente realizada al final de la decena, muestra un poco de la recuperación de la actividad ciudadana, la barricada ya no se ve, y se van colocando los puestos de los comerciantes, sin embargo el poste de alumbrado es solo un muñón, se adicionaron dos enormes vigas para sostener la esquina del edificio, aumentando los daños de fusil y artillería.

En el frente Poniente, el intento de acercamiento del día 11, terminó con andanada tras andanada de artillería sobre el Reloj Chino, frustrando cualquier intento de avances, quedando las tropas Federales limitadas al Paseo de la Reforma. Los oficiales a cargo, proponen avanzar a través de los edificios, horadándolos y con un fuerte apoyo de artillería. Abajo recreamos una panorámica del reloj Chino, y las dos esquinas de las calles de Atenas y Bucareli, se mira hacia Reforma. Izquierda fotografía de Aurelio Escobar, central Manuel Ramos, derecha postal de A. Escobar.


Pequeño problema... ni siquiera contaban con marros y barretas, hasta que alguien pide prestado el material al guarda bosques de Chapultepec; al comenzar el bombardeo las tropas leales al Maderismo solo contaban con 60 proyectiles torpedo (menos de 5 por cañón), siempre se ha traducido la dilación en el ataque en "traición", sin embargo el día 11, no había condiciones reales de iniciar la ofensiva, la presión de los hermanos Madero, llevo a su Ejército a una mala decisión táctica, por lo menos se requería esperar hasta el día 14, para reunir suficientes municiones y tropas para los bombardeos de apoyo.

Al analizar los registros fotográficos del día 14 sobre los destrozos en Paseo de la Reforma nos salta a la vista dos cosas, la posición de artillería Federal en la estación Colonia ha sido bombardeada constantemente y con eficacia, la estación ferroviaria está prácticamente destruida. Pero la mayor parte de los daños son en la acera oriente de la Reforma…

Fotografía anónima, parte de la fachada de la Estación Colonia, por la luz que se cuela por el techo, apreciamos como casi ha desaparecido.

Paseo de la Reforma tiene un trazo ente 27 y 30 grados en dirección nororiente, esto quiere decir que es muy difícil desde alguna posición Felicista dañar las fachadas de la acera oriente, por el ángulo de incidencia. Para ello se necesita destruir los tejados y entre pisos de las construcciones para luego destruir las fachas desde dentro. Entre las calles de Morelos y Roma prácticamente todos los inmuebles son alcanzados, algunos severamente, pero muchos de los impactos no implican la trayectoria de los proyectiles desde puntos Felicistas...

Inclusive vemos repetidos daños a una altura de los edificios relativamente muy baja, donde los impactos entran desde la calle…

Como muestra un botón, dirían. Fotografía de A. Escobar, editada por "H. J. Gutiérrez", esquina de la calle de Dinamarca con Paseo de la Reforma, en ese cruce se juntan también las calles de Roma y Veracruz. la fachada que vemos da al sur poniente, Dinamarca es perpendicular a Reforma...

Casa de Eusebio Gayoso, fotografía de A. Escobar, publicada por "H. J. Gutiérrez". Sobre la glorieta de Colón, esquina de Reforma y Versalles. En la fachada de Reforma, de la esquina hacia el fondo, junto a la primera ventana hay una clara perforación hecha desde la calle, y en la fachada con vista a Versalles, entre los muchos desperfectos, al extremo izquierdo entre la ventana del primer piso y la del ático, hay tres impactos de cañón que rebotaron, dejaron una marca en forma de cráter pero no perforaron el muro.

Todo proyectil dependiendo del ángulo de incidencia sobre el plano del blanco, llega a un punto donde tiende a rebotar, "ángulo de rebote". El ángulo más efectivo es de 90º sobre el blanco, o perpendicular a éste. Entre más oblicuo sea, menos energía tramite al impacto y menor es el daño, hasta el punto donde simplemente rebota. Por eso las construcciones militares, fortalezas y corazas, son inclinadas a fin de incrementar la protección.

Las baterías avanzadas de la Ciudadela, en Emilio Donde, eran las más aptas para disparar sobre la glorieta de Colón; desde allí se contaban 500 metros y 42º hasta la casa de Gayoso. Mientras que desde la batería federal de la Alameda eran 950 metros y 85º, o desde el Zócalo 2,300 metros y 70º, Salto del agua 1,500 metros 42º, Ayuntamiento 1,300 metros 56º. Cualquier otra posición para atinar la fachada de Versalles se antoja muy improbable (distancias y ángulos aproximados).

Durante uno de los fallidos ataques de Felipe Ángeles, se ven en la necesidad de retirarse hacia el Palacio Legislativo, actualmente monumento a la Revolución, no hay muchos datos sobre el movimiento, pero la calle de Emilio Donde muestra daños en todo su trayecto hasta Bucareli, de la calle de Versalles no hemos localizado material fotográfico. La casa de Gayoso a parte de los impactos de cañón, muestra daños por fusiles o ametralladoras; parte de la tropas de Ángeles se hacen fuertes en la Alberca Pane, inmueble que corre sobre la calle de Atenas y parte en Versalles, casi sobre la glorieta, casi podríamos decir contra esquina de Gayoso.

De haberse establecido los felicistas ahí, eran toda una amenaza, motivo más que suficiente para pedir apoyo de la artillería. No queda duda la artillería Maderista bombardeo las casonas de Paseo de la Reforma acera oriente.

¿Es un motivo táctico el origen de todos los daños?

Podría haber otra sencilla razón: eran las casas de la oligarquía Porfiriana que apoyaba el movimiento Felicista; a diferencia de otros movimientos militares durante el gobierno de Madero, la revolución Felicista en su micro cosmos contaba con un fuerte apoyo económico, con la participación abierta de un sector de la clase media, y del Ejército que había mantenido paradójicamente a Madero en el gobierno.

Felipe Ángeles limpió su conciencia denunciando el sabotaje de las miras de sus cañones, aun siendo verdad, porque no se detuvo la destrucción, se impactaban las casas una y otra vez, incluyendo a la Legación de Bélgica, edificio contiguo a la casa de Gayoso, tampoco se puede imputar la responsabilidad a algún artillero traidor, necesariamente hubo complacencia de los oficiales, o completo desinteres del actuar de la tropa, que es lo mismo…

Ante la hipótesis, resulta lógica la respuesta de los Felicista, con mejor tino por supuesto, bombardean las casas de los señores Madero, Londres y Berlín, y de la familia Garza Guerra, Paseo de la Reforma 99, casas que servía de oficinas a los maderistas desde 1911. Del bombardeo de la casa de los Madero todos lo relatos concuerdan, en cambio no se menciona nunca la casa de los Garza Guerra, y es la evidencia fotográfica lo que nos indica que así fue.


En el caso específico de la casa de los Madero, su destrucción se le ha imputado directamente a Huerta. Enrique Krauze en “Madero Vivo”, publicó una fotografía del interior de la casa de los Madero, dañada por el bombardeo (imagen anterior)… Cuando vemos las fotografías de después del incendio, es evidente que se trata de dos momentos diferentes o de dos lugares distintos, el incendio consumió la totalidad del interior de la vivienda, quedando solo los muros perimetrales.

La fotografía de Aurelio Escobar nos da otro detalle, su rotulo dice: “casa del ex presidente”, por lo tanto asumimos que se rotulo posteriormente a su realización, pero también pone la fecha 11 de febrero…

¿Entonces nos queda la duda, sí es real la fotografía publicada por Krauze, la casa pudo ser bombardeada en dos ocasiones el 11 y el 14, u otra fecha, y ser verdad la versión de que el incendio lo causo el parque acumulado ahí?

Paul J. Vanderwood, escribe un libro dedicado a “Los Rurales Mexicanos”, desde su concepción, creación, y disolución. Y nos narra cómo la policía rural, que se había ganado fama y respeto durante el porfiriato, con el gobierno de Madero se deteriora enormemente, con la decisión de incorporar al ejército Maderista reticente a ser liquidado dentro de los cuerpos de rurales.

Según las palabras de Vanderwood, “para finales de 1911 los 11 mil rurales se convirtieron en una incontrolable masa”, donde cada cuerpo solo respondía a su caudillo, donde no se llevaban registros, la conducta era laxa, eran frecuentes los fraudes al solicitar partidas, el robo de los haberes, uniformes y equipo era la regla. Donde predominaba el alcoholismo, prepotencia y actos de pillaje; siendo los mismos “nuevos rurales” la ralea a la que supuestamente se tenía que combatir.

Muchos de los nuevos Rurales eran criminales que los maderistas habían liberado durante su revolución, y para su ingreso a la corporación no se pedía ningún requisito. Los componentes de la organización de seguridad carecían de espíritu de devoción al servicio, y su lealtad se compraba con dinero, en el ejercicio fiscal de 1911-1912 se ejercieron $3,464,802 pesos y en el de 1912-1913 $6,500,488 pesos en su manutención.

Lo último que podía hacer Francisco I. Madero era confiar en los abultados cuerpos de Rurales, de los 14 cuerpos existentes durante el porfiriato, se llegaron a 70 en la administración de María de la Vega tras la renuncia de Pascual Orozco como inspector de Rurales. Sin embargo se elogia la inflexible lealtad de estos cuerpos hacia el Presidente. Una de las políticas para tratar de mantenerlos bajo control, era traer a la capital a los más problemáticos para tenerlos bajo supervisión, de esa manera llegó el 18/o Cuerpo Rural, antes de la Decena Trágica.

Mismo cuerpo que participa en dos ataques contra la Ciudadela el día 11, o según otras fuentes uno el 11 y otro el 12, donde casi es aniquilado.

Extraído del film de Toscano "Memorias de un Mexicano", vemos a un grupo de Rurales y sus cabalgaduras descansando en la calle Ancha, la arboleda del fondo es la Alameda.

De acuerdo a Vanderwood, Madero logra reunir 900 Rurales, de ellos 450 del 18/o., por lo cual habría que repartir el resto entre 9 Cuerpos Rurales. Una de las iniciativas para reformar los Cuerpos de Rurales tomadas a fines de 1912, era unificarlos con 300 hombres cada uno, pues existían organizaciones con más de mil hombres, y otras con una docena, por supuesto nunca se llevo a cabo.

A pesar de las duras condiciones de los bombardeos y de las carencias que implicó a la población civil, esta se comportó ejemplarmente. Excepción hecha cuando se menciona el día 11: “Al retirarse las tropas de las calles de Nuevo México, algunos rateros aprovecharon la oportunidad para saquear los estanquillos y las misceláneas que existían por ese barrio.”, coincidentemente después del supuesto aniquilamiento del 18/o…

Digo supuesto, porqué los relatos de sesgo Felicista, solo se refieren a los combates y nunca mencionan el aniquilamiento del 18/o, mientras los inclinados a magnificar los errores de Huerta sí lo hacen. Y a la fecha no he localizado imágenes de la matanza...

La disciplina no solo se desquebrajaba dentro de los Rurales, en el ejército maderista cada quien hacía lo que quería, y se culpaba de todo a Victoriano Huerta. Unidades que pasaban de un bando al otro, habían deserciones todos los días no necesariamente para seguir la lucha en otro lado, como el caso del regimiento apostado en San Lázaro que simplemente se escondió, u oficiales que ordenaban ataques, diríamos: "por sus pistolas".

Vanderwood nos recuerda, no existe, un documento o testimonio directo de las ordenes de Huerta: "Además ¿que ódenes le dio al 18/o cuerpo? ¿les dijo a los jinetes que exploraran la posición o que se lanzaran a tomarla?"

Mientras todos los altos oficiales del campo Maderista conocían bien la ciudad de México, la mayor parte de los rurales habían sido reclutados en el norte del país, y no eran militares, eran cuerpos auxiliares. Que si pensaron que era lo mismo que la toma de ciudad Juárez en mayo de 1911 se equivocaron.


El análisis real de las circunstancias tácticas nos lleva hacia lo inverosímil de la decisión de ordenar una carga de caballería. El insensato ataque fue el segundo, por la tarde del día 11 ó 12 de febrero; por lo tanto ya se conocía más o menos la colocación de los puntos fuertes Felicistas, ametralladoras a la altura de la calle de Ayuntamiento, una batería de cañones en San Antonio, más ametralladoras en la Ciudadela, además el jardín Morelos estaba rodeado por una cerca de tela de alambre con postes de unos 2 metros de altura, en las esquinas de la Ciudadela existían garitas, y una reja en las fachadas norte y sur, para proteger las entradas al jardín más artillería, y si no fuera suficiente existía un escape ferroviario con un vagón blindado, probablemente para transportar las municiones desde la fábrica de Santa Fe. Imagen extraída del film de Toscano "Memorias de un Mexicano", se ve el vagón blindado, la alambrada, una de las garitas y la batería frente a San Antonio.

Solo había una solución para avanzar, destruir uno por uno los reductos Felicistas.

El día 12 llegan de Veracruz armas y municiones para Madero, las balas de cañón eran de calibre 37mm, no tenía ninguna arma para ellas, y los fusiles se empiezan a distribuir entre los obreros que desean defender el gobierno…

El Ejército heredado del porfiriato a diferencia de algunas de sus armas, no era moderno, no contaba con un sistema de intendencia, con servicios sanitarios, cocinas de campaña, ni siquiera campamentos móviles. El avituallamiento de víveres era responsabilidad del comandante de cada unidad, y a veces de cada uno de los soldados, teniendo que comprar o requisar sus propios alimentos. Otra de las paradojas, Bernardo Reyes en su corta estancia en la secretaría de Guerra, inicia y platea la modernización del Ejército Federal, por lo cual gana muchos adeptos dentro de la corporación.

Se dice, hubo traición porque los Felicistas lograron introducir víveres a la Ciudadela… los Felicistas gastaron durante la decena trágica $252,373 pesos con 96 centavos, mientras el ejército leal a Madero al día 14 no había comido, para algunos era ayuno de cinco días, de nuevo "traición".

Que el plan general era disparatado, con decisiones fatídicas… la realidad era que cualquier opción diferente a esperar y organizar un contra ataque era disparatado, la mala organización general y paranoia, respondía a la premura e insistencia por atacar.

Los Felicistas iban ganando y bajo las condiciones de los acontecimientos, no había manera de revertir el derrotero sino con la "traición".

Francisco I. Madero necesitaba un Ejército que simplemente no tenía. Se negó a aceptar la ayuda de Venustiano Carranza, a caso desconfiaba de su ejército particular, o de que era un político de corte Reyista. (Se puede leer el interesante artículo de Luis Barrón: Venustiano Carranza un político porfiriano en la Revolución)

La revolución Felicista era la más grande amenaza para el régimen Maderista hasta el momento, así finalmente lo reconocieron, el 14 de febrero de 1913, los revolucionarios estaban a punto de lograr su objetivo, pero porqué escucharon el canto de las sirenas, permaneciendo inmóviles mientras eran arrojados a las rocas, esa es otra historia...

El golpe de estado de Victoriano Huerta no fue el triunfo de la Revolución Felicista.

También se puede leer:

Shrapnel.
El horror. Cremación de cuerpos en la vía pública.
La Decena Trágica. Antecedentes. La "H. J,. Gutiérrez" previo a la decena.
La Decena Trágica. Los fotógrafos.
La Decena trágica. La cámara anónima.
La Decena Trágica. La competencia.
La Decena Trágica. Gutiérrez-Retes.
La Decena Trágica. Tarjetas conmemorativas I. Serie editada por la American Book & Printing Co.
Decena Trágica. Daguerre o Escobar.
Decena Trágica. H. J. Gutiérrez. Serie de 63 fotografías.
"H. J. Gutiérrez", la Decena Trágica. Análisis de la serie fotográfica de la "H. J. Gutiérrez".

LOS HECHOS:

Domingo 9
Santiago Tlaltelolco.
Lunes 10
Martes 11
Miércoles 12
Jueves 13
Viernes 14
Sábado 15
Domingo 16
Lunes 17
Martes 18
Miércoles 19
Jueves 20